Por freddy Gomez
A una diestra cocinera vio matar pollos
un día un mono, y dijo:
--Yo haría lo mismo.
¡Bah! ¡Que friolera!
¡A matador me dedico desde hoy;
con ardor empiezo!
Clamó y le torció el pescuezo. . .
¿A quien?
--Al pobre perico.
Sábelo el amo, y al punto,
por la cólera cegado,
azotó al Mono a tal grado,
que lo dejó por difunto.
¡Oh Mono infeliz!
¡Que caras pagaste tus fechorías!
Mas
¿por qué te meterías en camisa de once varas?
Por no sufrir la pena del Mono, se cauteloso:
Recuerda que es peligroso practicar función ajena.
Moraleja:
“No hagas cosas buenas que parezcan malas
y cosas malas que parezcan buenas”
Si desea recibir mas Articulos como este Suscribete a mi blog por email... es G R A T I S